jueves, 23 de agosto de 2012

Otra vez frente a ti












 

Otra vez frente a ti

Pensé que te había olvidado. O al menos lo creí. Escucho lo que dices atentamente mientras tu silueta traza figuras y formas que quedan grabadas en mi mente.
Hace mucho que no cruzábamos palabras, pero hoy estamos nuevamente frente a frente. Mientras hablas, puedo apreciar la piel suave de tu rostro, tus ojos almendrados que me miran encandenando mis noches a tu recuerdo.

No pude evitar caer nuevamente en ese embrujo inocente que me envuelve llevándome a girar incansablemente junto a ti. He intentado todo para liberarme, o al menos eso creo. Pero nada de lo que hice ha servido. Hay algo que me lleva lentamente hacia tí, como el remolino que atrapa a la nave hasta su perdición. Así me siento. Arrastrado hacia tí, sin poder soltarme de tu influencia y sabiendo que si sigo por este camino terminaré destrozándome porque mi vida empezará y terminará allí en donde quiera que estés. Pero temo que ya mi mundo no es completo si no estás en él.

Mucha veces me he preguntado si lo sabes. Si es así, puedo ver que te gusta atormentarme, porque sólo de esa manera se pueden explicar tus actitudes. No puedo evitarlo. No soy yo cuando estás allí. Sé que tienes ese poder sobre mi voluntad.

Mientras hablas, no dejo de sorprenderme y buscar afanosamente tus ojos para ensimismarme en ellos. Encuentro un extraño placer cuando me miras. Aprovecho nuestra conversación para  recorrer cada línea de tu rostro. Memorizo la forma de tus labios, la entonación de tu voz. Puedo sentir la piel de tus manos en mis brazos y esos dedos suaves que me tocan en esos gestos inocentes.

Revivo cuando estas cerca, cuando te escucho. Atesoro cada momento que paso contigo. Respiro una bocanada de vida cuando llegas.

Estoy aquí, frente a ti. Otra vez.






No hay comentarios:

Publicar un comentario